A los quince años me enamoré. Su nombre era Jake Stephens y
él tomó a la chica abandonada, solitaria que había sido y me hizo estar
completa. Su amor era un amor puro e incondicional que hacía cada día mejor que
el último… un cuento de hadas propio.
Pero esta historia no es sobre Jake. Se trata de Abel
Madden, el hombre que conozco después de que el cuento de hadas se vaya al
infierno. Un hombre engreído, arrogante que dice lo que quiere, hace lo que le
place y no da ninguna explicación por ello. Me irrita, francamente me jode a
veces, pero también me devuelve a la vida.
Mi nombre es Sidney Ellis, y esta es mi historia de cómo
encontré el amor dos veces: el primero cuando más lo necesitaba y el segundo
cuando nunca lo vi venir.
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