SERIE UNYIELDING - NASHODA ROSE

Perfect Chaos 1#

Georgie

Miento para sobrevivir.

Lo hago desde que tenía dieciséis años y mi mundo se sumió en el caos. Pero encontré una forma de aguantar, o más bien ella me encontró a mí. Ahora soy prisionera de mis propios actos, escondiéndome tras una máscara falsa para que nadie vea la verdad. Ni siquiera el hombre que quiero pero no puedo tener: Deck. Pero he metido la pata y las mentiras se desbordan, fuera de control.

Deck es implacable y no se conforma con nada menos que la verdad. Me exige todo, todo, aunque me destroce.

Deck

Me gano la vida matando.

Implacable, así es como sobrevivo en mi trabajo. Doblego a la gente a mi voluntad… excepto a Georgie.

Pero eso termina ahora.

He jugado su juego durante demasiado tiempo. Ahora creo que es el momento de jugar el mío.

Perfect Ruin 3#

Kai

No hay nada que me importe.

Ningún apego.

No hay conexiones.

Por fuera, soy un perfecto caballero hasta que mi objetivo ve mi cuchillo.

No temo a nada, ni siquiera a la muerte.

En mi mundo, la muerte se considera un privilegio.

Pero mi vida viene con cuerdas crueles irrompibles y cuando la conocí, debería haberme alejado.

No lo hice.

Fui demasiado egoísta.

Y eso selló su destino.

Porque una semana conmigo la llevó a las manos de la ruina.

London

Todos tenemos capas únicas que conforman lo que somos.

Lo que nos hace vulnerables o fuertes.

Lo que tememos y lo que nos excita.

Pero si se quitan esas capas, uno queda desnudo y expuesto.

Eso es lo que me hicieron a mí.

Cada pieza fue despojada lentamente y luego quemada.

Yo sólo existía.

Pero hubo una capa que pasaron por alto.

La más importante de todas: el vínculo con un hombre.

El hombre responsable de que yo fuera así.

El hombre que me encontró.

Y el asesino que haría cualquier cosa para protegerme.

Perfect Rage 3#

Esta es la historia de Connor.

Inestable.

Impredecible.

Consumido por la rabia perfecta.

Estaba peleando en quién me convertiría y qué había hecho.

No había nada que me importara excepto ella.

Ella era mia.

Pero la había olvidado, mi obturador.

Y la perdí. Hasta ahora.

Haría cualquier cosa para poseerla de nuevo. Cualquier cosa para mantenerla a salvo. Protégela contra mi mayor oponente.

El monstruo. Yo.