01 - Litio
Santiago “La Máquina” Godoy solía ser dulce... solía ser
normal.
Ya no más.
La esencia que desprendía de adolescente se ha ido, dejando
sólo un rastro de frialdad. Antes era capaz de ver a los ojos de las otras
personas con amabilidad, hoy sólo puede declararse como un sociópata. Solía
usar sus manos para acariciar y crear, ahora sólo se mueven con un único
objetivo: matar.
Y se ha vuelto tan bueno en ello que, simplemente, es como
respirar.
“El control está sobrevalorado...”
Adela Echavarría ha sido engañada, encerrada y olvidada por
su único hermano mayor desde la muerte de sus padres. No tiene a donde ir ni
qué comer a pesar de que existe una enorme fortuna que sólo le pertenece a
ella.
Hundida por completo en el barro, decide volver a su ciudad
natal, ignorando las explícitas advertencias. Aunque sea sólo para mirar de
lejos la mansión donde solía vivir.
Está perdida en la ruina y sin nadie con quien poder contar.
Hasta que ese oscuro hombre la sacude brutalmente y la
obliga a alejarse del borde del puente.
Es en ese entonces que, por primera vez, cree que quizás sí
existe alguien lo suficientemente fuerte para sostenerla con toda su miseria.
ADVERTENCIA: Esta historia es sólo apta para mayores de 18
años. Contiene lenguaje adulto y escenas violentas que pueden resultar
perturbadoras. Sensibles abstenerse.
02 - Utopía
De esos que corroen tu interior y nunca dejan de punzar
hasta hacerte sangrar. No sé qué hacer con ellos, ni cómo derribarlos o
enviarlos lejos. No encuentro la forma de defenderme y negarles mi destrucción.
Sólo les permito apagarme poco a poco.
No... Ya sé lo que estás pensando... No puedo abrirme y
contarlos, eso sería el fin. Dejar que salgan a la luz sería la muerte para mí.
Y la destrucción definitiva para ella.
Mi nombre es Lucrecia Giovanni...
He estado mucho tiempo bajo un sombrío manto de fragilidad.
Y he decidido que ya es suficiente, ahora quiero vivir. Deseo sentir el amor y
dejarme llevar como nunca antes pude. Pero parece que la vida me envió a los
brazos del hombre equivocado.
Al igual que mi madre, estoy destinada a amar a quien no me
conviene.
Él está lleno de fantasmas. Y tiene el poder de romperme en
pedazos con ellos. Lástima que me he dado cuenta demasiado tarde de eso...
ahora no puedo escapar. Ahora ya no puedo dejar de amarlo.
Será cuestión de luchar, como bien he sabido hacer durante
mi vida entera.
Dios sabe que las utopías no son para mí.
03 - Renacer
No nací en cuna de oro, aunque crecí como si lo hubiese
hecho. Adoptada por una de las familias con apellidos más resonantes de la
zona, nunca se esperó menos que perfección de mi parte. Y el agradecimiento y
amor hacia mi padre me llevaron a cometer el más grande error de mi vida. En
algún momento, el camino empezó a tornarse negro y lo perfecto se convirtió en
un infierno.
Puede que ahora el diablo ya no ronde los alrededores, pero
las cicatrices que él dejó jamás me liberarán. Los fantasmas me persiguen y se
roban poco a poco mi vitalidad. No quiero volver a entregarme, jamás.
Por eso me resisto cuando se entromete ese hombre con
apariencia de vikingo, que con su magnitud intenta arrastrarme cerca. Es un
luchador de la vida y algo más. Su enormidad me asusta, pero sus ojos me hacen
temblar. No confío, no puedo hacerlo. ¿Es su intención ayudarme a renacer? ¿O
sólo es otro diablo intentando arrebatarme lo poco que me queda?
León Navarro
Sé de pérdidas y sufrimiento. Entiendo sobre el dolor. Me
quedé solo desde muy joven y aprendí a vivir sin los que más amaba. Ahora, con
treinta y cinco años, soy el líder de la hermandad de motociclistas “Furia de
los Leones”, y no puedo estar más orgulloso de mi clan. Lo que empezó como un
juego se convirtió en algo grande y poderoso, ya no me imagino una vida lejos
de mis chicos. Mi familia.
Cuando Francesca aparece en mi vida, recién salida de un
terrible matrimonio, no puedo evitar quedarme prendado de ella. De sus enormes
ojos exóticos, vacíos y sin esperanza. La necesidad de sanarla me abruma.
Quiero revivirla. Quiero encenderla. La deseo más que nadie.
No importa cuántas veces intente alejarse, insistiré.
Lucharé.
Porque nada en la vida se gana sin pelear.
ADVERTENCIA: Esta historia es sólo apta para mayores de
dieciocho años, contiene escenas que pueden herir susceptibilidades.
04 - Tacto
Todos somos perseguidos por el pasado, funciona tal como una
sombra. A cada lado que vas, allí está él. Es lo que nos hace quienes somos, el
que nos guía el camino a seguir, y nos enseña a no volver a cometer los mismos
errores. Mi pasado es como mi marca registrada, no importa si cada vez que lo
recuerdo me provoca sufrimiento y un fuerte sentimiento de humillación. Tuve
que pasar por eso para llegar a ser quien soy ahora.
El Perro.
Puedo ser Alex Castillo para algunos, aunque prefiero tener
un apodo de carretera, así siento que me alejo de lo fui alguna vez. Me
avergüenzo, aunque sé que no debería. Entiendo que tengo que sentirme
orgulloso, pero eso decíselo a mi alma contaminada, ella no está a favor.
Deseaba seguir siendo pura, no le gusta lucir manchas. Sin embargo, hay algo
que ella tiene que procesar de una maldita vez: cuando naces de este lado tan
poco privilegiado de la vida, las manchas son necesarias para sobrevivir. Si no
haces el trabajo sucio te mueres. Y no lo hice sólo por mí, sino por los que
amaba. Así que, tengo que superarlo.
Tengo que hacerlo a toda costa, porque quiero a esa dulce
chica para mí, la deseo tanto que me carcome por dentro. Y, lo siento, voy a
tenerla. Cueste lo que cueste. Porque parece ser una de las pocas cosas que se
sienten correctas en mi vida, además de mis hermanos. Ella sana mis heridas
cuando me habla, ablanda mis duras cicatrices cuando me toca.
Y no estoy dispuesto a dejarla ir.
ADVERTENCIA: Esta historia es recomendable sólo para mayores
de 18 años. Contiene lenguaje adulto, descripciones de violencia y situaciones
sexuales explícitas.
05 - Ecos
Esa fue la primera palabra que parpadeó en mi mente, la
primera vez que la vi. Así la describí.
Vulnerable. Delicada, gentil, abierta, dulce. Pura.
Todo lo contrario a lo que yo soy, y a lo que necesito en
realidad.
La quiero, ¿para qué negarlo? Pero me resisto. Mi cuerpo la
reclama, lo ignoro. Hasta que la negación ya no es una opción llevadera.
Soy débil en lo que a ella se refiere. Pierdo. Caigo.
Pero prometo que la empujaré lejos cuando los ecos de mi
pasado decidan al fin disparar contra mí.
Ya he amado una vez y salió mal. No cometeré el mismo error
dos veces.
TEMPESTUOSO…
Es todo lo que sus ojos dorados cuentan sobre él.
Está lleno de sombras e intenciones oscuras.
Y ansío saber todos sus secretos bien guardados.
No es la clase de hombre que alguna vez creí que me
atraería. Pero lo hace, me tiene con solo un roce. Mi cabeza da vueltas y mi
sangre bulle con sólo permanecer juntos en la misma habitación. Lo quiero de
todas las menaras que existen, tan intensamente que me es imposible soltarlo.
Lo sostendré incluso cuando su pasado le caiga encima.
O… ¿será él quien me sostenga a mí?
ADVERTENCIA: Esta historia es recomendable sólo para mayores
de 18 años. Contiene lenguaje adulto, descripciones de violencia y situaciones
sexuales explícitas.
06 - Lazos
AYELÉN…
Tenía planes.
Un futuro inminente ya decidido, trazado cuidadosamente. Tal
vez no era lo que de verdad quería para mi vida o alguna vez soñé siendo niña,
pero estaba preparada. Después de todo, había sido mi propio método designado
para salvar las tierras de mi gente.
Pero… antes del gran paso a la nueva vida que me esperaba,
deseaba un momento sólo para mí. Uno que eligiera sin motivos ocultos, sin
lazos tironeándome del cuello. Uno que deseara realmente. Uno que atesoraría
con una sonrisa el resto de mi vida.
Perseguirlo y seducirlo se había sentido correcto, y me hizo
feliz. Sólo por el tiempo que duró el momento. Lo único que me trajo fueron
dramas y problemas. Derrumbé mis propósitos. Y ahora estoy tan perdida que no
sé qué hacer.
Si tan sólo él no me odiara tanto.
AUGUSTO…
No tenía planes.
Me había cansado de intentar que la gente a mi alrededor
estuviera satisfecha y contenta conmigo. Pronto entendí que a la única persona
a la que debía rendir cuentas era yo mismo. Me desprendí de casi todo, formé mi
propio camino paralelo. Dejé atrás miles de cosas… aunque no todas.
Entonces vino ella.
Ayelén rompió mi sistema, se metió en él e hizo estragos.
Lanzó la cuerda y me enlazó. Ahora realmente no hay salida, y tampoco encuentro
la ruta correcta para seguir.
Si tan sólo pudiera dejar de culparla.
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