Gabrielle Foster, nunca
pensó que iba a enamorarse de un personaje mitológico. Después de leer las
páginas de un misterioso blog, se encuentra todavía enamorada y sintiendo
simpatía hacia un joven que dice ser el dios griego Eros. La revista lo pinta
como un dios trágico y solitario con un corazón generoso que anhela compañía.
Pero el blogger anónimo es una mujer clínicamente loca, así que Eros no podría
existir... ¿verdad?
Mientras trabajaba el turno
de noche en un restaurante local de la ciudad, un admirador secreto revela su
verdadera identidad y Gabrielle se da cuenta de que él puede ser la clave de su
propia angustia.