Una Estrella Oscura Y Vacía 01#
No hay nada más peligroso que un cuento de hadas
Elige a tu jugador:
Una mestiza: mitad fae, mitad humana. La oveja negra de una familia noble.
Una furia: impulsiva; busca venganza tras ser exiliada del reino inmortal.
Un príncipe fae: determinado a merecer el trono.
Un guardia real: sombrío y con un terrible secreto.
Durante siglos, las ocho cortes feéricas han vivido entre nosotros, ocultas gracias a su magia y bajo el juramento de no lastimar a los humanos. Este acuerdo ha mantenido la paz por mucho tiempo, hasta que una serie de asesinatos conmociona a la ciudad de Toronto y amenaza con exponer la existencia de los faes al mundo entero.
La clave para descubrir al misterioso asesino la tienen cuatro adolescentes que deberán formar una alianza poco común y evitar así la destrucción de los mundos fae y humano, mientras una guerra entre reinos se avecina.
Uno de estos adolescentes está destinado a inclinar la balanza… ¿qué bando elegirá?,
¿el de los humanos o el de los faes?
Deséales suerte. La necesitarán… y nosotros a ellos.
Una Luz Cruel Del Destino 02#
No confíes ni en tu sombra. Nadie es lo que aparenta.
Luego de arruinar los planes del terrible asesino de ferronatos (y romper varias leyes fae en el camino), Arlo sólo quiere un verano tranquilo, por lo que acepta hospedarse en el palacio Seelie de Verano. Aunque nadie confía en la reina Riadne, Arlo no va a dejar pasar la oportunidad de convivir más con Vehan y Aurelian. Además, si logra relajarse quizá también pueda ordenar sus sentimientos por la hermosa exfuria Nausicaä.
Sin embargo, sus planes peligran ante la sospecha de que alguien está tratando de invocar a los míticos Siete Pecados Capitales. El ambiente se vuelve más tenso con la inminente llegada del solsticio de verano, pues todos en el reino están convencidos de que Riadne desafiará al sumo rey.
Si los rumores son ciertos, Arlo tendrá que tomar una decisión que no sólo afectará el destino del reino Mortal, sino que podría condenarlo a un final tan devastador que ninguna de las Cortes ha visto jamás.