Durante meses, Vincent ha observado a su inocente y joven vecina de al lado.
Sabe que está mal, pero no puede tener suficiente.
Ella es su obsesión.
Tímida, dulce e increíblemente ingenua.
Una verdadera tentación.
Siendo un sicario de la mafia, por su trabajo no quiere tocarla nunca, así que mantiene las distancias, obligándose a ignorar la necesidad primaria de tomarla.
Todo eso cambia en la víspera de Navidad cuando se encuentra cara a cara con Faith.
Incapaz de olvidar su dulce aroma y su suave sonrisa, sabe que no puede mantenerse alejado por más tiempo.
Este año va a recibir el mejor regalo de Navidad… su obsesión.