Gavin Guile es el Prisma, el
hombre más poderoso del mundo, además de sumo sacerdote y emperador, encargado
de mantener una paz resquebrajadiza que solo se sostiene en virtud de su poder,
ingenio y carisma. Pero la vida de los Prismas nunca es larga, y Guile sabe con
exactitud de cuánto tiempo dispone: cinco años en los que deberá lograr otros
tantos objetivos imposibles.
Cuando Guile descubra que
tiene un hijo, nacido en un reino lejano al término de la guerra que lo condujo
al trono, tendrá que decidir qué precio está dispuesto a pagar con tal de
proteger un secreto que podría reducir su mundo a escombros.
Gavin Guile está muriéndose.
Pensaba disponer de cinco años más de existencia como Prisma, y ahora resulta
que le queda menos de uno. Con cincuenta mil refugiados a su cargo, por no
hablar de un hijo ilegítimo que hay que formar en las artes mágicas y una ex
novia que bien podría haber descubierto su más oscuro secreto, le llueven los
problemas. De repente, la magia en todo el mundo está fuera de control, y este
caos amenaza con acabar con las siete satrapías. Peor aún, los dioses antiguos
están a punto de renacer, y sus ejércitos parecen imparables. Tal vez el único
camino de salvación sea su hermano, cuya libertad y cuya vida Gavin robó hace
dieciséis años.
Mientras los viejos dioses
empiezan a desperezarse y las satrapías se fracturan, la Cromería lucha a
contrarreloj por encontrar al Prisma perdido, el único hombre capaz de detener
la catástrofe. Pero Gavin Guile ha sido apresado por un viejo enemigo y ahora
es esclavo en una galera pirata. Y lo que es todavía peor, ya no cuenta con la
única cosa que lo definía como Prisma: la capacidad mágica de trazar.
Sin la protección de su
padre, Kip Guile se tendrá que enfrentar él solo a un maestro de las sombras,
al tiempo que su maquiavélico abuelo empieza a ponerlo todo en marcha para
escoger a un nuevo Prisma e instaurarse a sí mismo en el poder. Con la ayuda de
Teia y Karris, Kip deberá emplear todo su ingenio para sobrevivir a una guerra
secreta entre casas nobles, facciones religiosas, rebeldes y una orden de
asesinos ocultos en auge, el Ojo Fragmentado.