Volumen #1
Échale un
polvo y descártalo. Bombea y bótalo. Golpea y abandónalo. Sexo de una noche. No
importaba cómo lo había catalogado, eso es todo lo que ella había querido que
fuera. Eso fue evidente cuando me dejó, con mis pantalones abajo y mi pene
todavía fuera.
Con lo que
ella no había contado era con el destino interviniendo y nuestros mundos
chocando; de nuevo.
El día que me
presenté de nuevo en la vida de Chloe Griffins, yo sabía que tenía que tenerla
de nuevo. Mi cuerpo estaba hambriento por otra probada. Al igual que un adicto,
había estado anhelando otro golpe durante meses, y allí estaba ella, en carne y
hueso, tetas y culo.
El hecho de
que ella trabajara para la competencia debería haber sido motivo suficiente
para mí dejarla en paz. Tenía un trabajo que hacer ese verano y echarle un
polvo a Chloe no era parte de ello. Pero era como un hombre poseído.
Haría lo que
fuera para tenerla de nuevo.
Volumen #2
¿Confraternizar
con la competencia? Listo.
¿Arriesgar
todo por lo que había trabajado tan duro? Listo.
¿Orgasmos que
te dejan alucinando? Doble listo.
Max Richfield
hace que me olvide de mi misma. Que olvide todas las razones por las que había
elegido estar sola por tanto tiempo. Tengo metas. Necesitaba estabilidad. Él
trajo el caos. Me había tomado años construir mis muros. Y por buenas razones,
como pronto descubriría.
Ahora mi
incapacidad de ver más allá del encanto de Max podría costarme todo...
Volumen #3
¿Un verano
como compañeros de revolcones? ¿Algo con lo que relajarse? Estaba dentro.
Pero cuando
Chloe aparece en la puerta de mi hotel con ganas de arrancarme la cabeza en vez
de hacerme una mamada… me preocupo. Mucho. Demasiado, de hecho.
Esto se está convirtiendo
en mucho más. Y no puedo hacer nada.
Al igual que
la tinta debajo de mi piel, se está volviendo permanente. Duradera. Inamovible.
¿Pero estaba
dispuesto a dejarla ir?
De ninguna
puta manera.
Volumen #4
La imagen
estaba grabada en mi mente. Impresa Estampada Grabada.
¿Le culpé por
lo que vi? ¿O a mí misma, por permitirle causar el dolor que corría a través de
mí?
La traición
era un arma que corta directo al centro del 'qué pasaría si' y la infección se
propagó en la herida.
Había pensado
que habíamos tenido dificultades en el camino frente a nosotros antes. Maldita
sea. Esas habrían parecido como meros obstáculos de velocidad si hubiera visto
lo que vendría ...
Poco sabía yo
que lo que se dirigía hacia nosotros resultaría ser la prueba más grande de
todo, poniendo opciones imposibles delante de nosotros. Ninguna de las cuales
parecía conducir a un final feliz en el que los dos estuvimos juntos.