Ella detesta
los bailes del instituto. Él no se pierde uno.
Ella lo tiene
todo controlado. Él prefiere vivir el momento.
Ella está
deseando que el instituto termine para ir a la universidad.
Él está
decidido a exprimir hasta la última gota de su gloria estudiantil.
No, Oliver y
June no tienen nada en común. Salvo que sus madres, amigas de infancia, han
acordado que compartan el largo trayecto de casa al instituto. Cada día. Y lo
que empieza siendo casi una condena se convierte en una competición por
averiguar quién de los dos está enfocando mejor su vida. Pero un curso da para
mucho y pronto los prejuicios empezarán a saltar por los aires, a medida que la
cuestión de averiguar qué es lo realmente importante se va volviendo más y más
urgente... para los dos.
A ritmo de
rock vintage y con aires de Cuando Harry encontró a Sally, llega una novela
fresca, deliciosa y esperanzadora sobre esos años que preceden a la edad
adulta, perfecta para los lectores que busquen romance juvenil construido a
partir de personajes creíbles y complejos.