El Ocho 1#
Pasado y presente se entrecruzan magistralmente en esta monumental novela de una autora de verdadero culto en todo el mundo.
Desde Carlomagno hasta nuestros días, se dice que quien logre reunir todas las piezas de un legendario ajedrez gozará de poderes ilimitados. Las piezas, confiadas a unas monjas, se dispersan en plena Revolución Francesa.
Ciento ochenta años más tarde, la intrépida Catherine Velis, una alta ejecutiva experta en ordenadores, se verá atrapada sin quererlo en su búsqueda. recibiendo el encargo de volver a reunirlas.
El campeón soviético de este juego, de gira por Nueva York, le advertirá que corre un grave riesgo si se empeña en encontrar las piezas, pues en ellas reside la clave de una antigua fórmula ligada a la alquimia, la masonería y los poderes cósmicos.
Para conseguirlo, deberá visitar la historia del mundo y conocer a sus grandes personajes.
El Fuego 2#
Una novela que te marcará la vida igual que lo hizo El Ocho, pues es su continuación.
El juego vuelve a empezar.
Colorado, 2003:
Alexandra Solarin recibe una inesperada invitación a la fiesta de cumpleaños de su madre, Catherine Velis, quien nunca antes había celebrado este día. Años atrás, la propia Cat, junto a su marido, había repartido por diferentes países del mundo las fabulosas piezas del ajedrez de Montglane para que nadie nunca pudiera reunirlas y hacerse con el secreto poder que contienen. Cuando Alexandra llega a la casa familiar en las Rocosas, la vivienda está vacía. Su madre no aparece, pero sí una serie de invitados igualmente inesperados.
Algo sumamente importante está ocurriendo y Alexandra acepta el reto de seguir las misteriosas pistas que ha preparado su madre. La búsqueda la llevará desde Colorado hasta las lejanas tierras de Rusia y el mismo corazón de Washington, ciudad donde reside, y se encontrará en medio de un juego ancestral cuya existencia ni sospechaba. Los invitados a la fiesta serán sus compañeros de viaje; sin embargo, no todos jugarán de su lado. Porque, si bien todos persiguen las piezas del ajedrez, no todos lo hacen con las mismas intenciones.