Toda mi vida, me dijeron que podía hacer todo lo que
me propusiera. Eso ha sido siempre mi motor. La única cosa que me ha dado el
coraje para perseguir mis sueños.
Hace cinco años, al tener la oportunidad de mi vida, me
aleje del hombre que amaba. Me convertí en la mejor diseñadora de una firma
prestigiosa con una extensa lista de clientes y un ostentoso departamento en el
centro de la ciudad. Parecía que todos mis sueños se habían vuelto realidad.
Entonces, una inesperada tragedia causo que reevaluara mi vida.
Ahora, estoy persiguiendo un nuevo sueño, en una nueva
ciudad, sin conocer las oportunidades que me esperan, tanto personal como
profesionalmente.