Layla Robinson no está loca. Sufre de amor no
correspondido. Pero es el momento de seguir adelante. No más acosar, no más
llamadas obsesivas.
Lo que necesita es una distracción. El chico de ojos
azules que continúa viendo por el campus puede ser una gran distracción —sólo
que es el nuevo profesor de poesía— el profesor de poesía casado.
Thomas Abrams es el artista estereotipo —rudo, arrogante,
y melancólico— pero sus miradas furiosas y sus provocaciones no asustan a
Layla. Quizás sea mala en poesía, pero es buena leyendo entre líneas. Bajo esa
fachada irritable, Thomas es un solitario, y Layla quiere saber por qué.
Obsesivamente.
A veces consigues lo que quieres. A veces acabas en el
almacén de un bar con tu profesor y le besas. A veces te devuelve el beso como
si el mundo estuviera acabando y nunca te besará de nuevo. Te besa hasta que
olvidas los años de amor no correspondido; te olvidas de las reglas, y te
atreves a alcanzar algo que no es tuyo.
NOTA: Por favor tenga en cuenta que este libro trata tópicos
sensibles como la infidelidad.